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domingo, 13 de octubre de 2013

Tres cosas que nunca debes menospreciar: la familia, tu corazón y tu dignidad.

Había una vez una niña llamada Camila, tenía 14 años y esperaba con ansias sus 15 años, ya que sus padres le enviarían a un crucero de quinceañeras.

LLegó el día del crucero y ella muy emocionada, se despidió de sus padres y entró al crucero. 

Ya instalada, fue a dar un paseo, cuando se encontró al chico más lindo que sus ojos habían visto.

El le preguntó: Cómo te llamas?, 
ella respondió: Camila, 
él dijo: Mucho gusto, Camila, yo me llamo Raúl.

Al final del día, Camila fue a su habitación para descansar y cuando se despertó y se levantó, vió que debajo de su puerta había una rosa azul y una nota que decía: " Para la niña más linda que mis ojos han visto" de Raúl.




Extrañada, pero emocionada, empezó a saltar de alegría en su habitación.

Cuando Camila bajó al gran salón, allí estaba Raúl, pasaron todo el día juntos hasta la noche, que Raúl acompañó a Camila a su habitación y se despidieron con un beso.

Así pasaron 6 días, cada vez que Camila se despertaba, encontraba una rosa azul.




Hasta que llegó el último día, Camila estaba muy emocionada porque iba a bailar el vals con Raúl, al cuál, nunca más iba a volver a ver.

Cuando todo terminó, Raúl y Camila subieron a la habitación y Camila segura de su amor por Raúl, se entregó en cuerpo y alma.

Le regaló lo más importante de su vida; " Su virginidad".

Cuando se despertó, Raúl no estaba, pero había un cofre de plata con unas flores azules talladas y una nota que decía:
"Lo pasé bien anoche, por favor, abre este cofre cuando estés en tu casa. Raúl."

Cuando Camila llegó a casa, abrazó a sus padres y de inmediato fue a su habitación, recordando el cofre de Raúl.

Cuando abrió el cofre, una lágrima rodó por su mejilla.

En el cofre había una " flor negra", toda marchita; al lado de la flor, había una nota qe decía: 
"Bienvenida al mundo del SIDA".


sábado, 12 de octubre de 2013

Todas las criaturas tienen un alma semejante, aunque los cuerpos sean diferentes.




Había una vez un rey que tenia cuatro esposas.

Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Solo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella le amaba profundamente, apenas se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo, pero cuando muera... ¡estaré solo!".

Así que le preguntó a su cuarta esposa:"Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo... ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?""¡Ni pensarlo!", contestó la cuarta esposa, y se alejó sin decir más palabras.Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:"Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"”¡No!”. Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!"Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa:"Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?""¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", Contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte".Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.

Entonces escuchó una voz:"Me iré contigo y te seguiré donde sea que tú vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición...Profundamente afectado, el monarca dijo:"¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.No importa cuanto tiempo y esfuerzo invitamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando nos muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.No importa cuánto nos hayan sido de apoyo aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es el alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara donde quiera que vayamos.Así que..., ¡Cultívala, fortalécela y cuídala ahora! Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.