Una dama oscura,
solitaria entre los mortales
siempre hablaba con un árbol,
de sus desventuras y amores,
limpio era el corazón de esta dama,
con lo que el árbol se enamoro de ella.
Todos los días se veían, fuera noche o día,
el árbol siempre la escuchaba en las conversaciones,
deseaba abrazarla cuando lloraba o reír junto a ella cuando se alegraba,
pero solo era un árbol, sin movimiento, solo tenia alma.
Pidió mil y una vez a la noche que le dejase expresar su amor para poder saber si su amada,
le amaría de verdad o no.
Y con un rayo del cielo, en el árbol escribió dos nombres:
"Sauce love Enia" , rodeado de un gran corazón.
Cuando a la mañana siguiente la dama apareció y sus ojos se clavaron en la llamada de amor,
corrió lejos del árbol, a quien no volvió a ver jamas.
¿Cómo un humano iba a amar un árbol, si solo es madera y savia? se dijo el árbol.
Lágrimas y más lágrimas cayeron de sus ramas formando largas y caídas redes de hojas en forma de gota,
y así el gran sauce se le llamó el sauce llorón...